Voluntariado 2006-2

 En el voluntariado del año 2006 también se ha trabajado en la Casa Mamá Margarita, un centro de acogida de niños de la calle situado en Cochabamba, ciudad.

 

 

Ana y Carla nuevamente han ido  por tercer verano consecutivo a Bolivia  y han vuelto a trabajar en este centro, donde estuvieron el año pasado, tanto con los niños de la calle, que están en uno de los edificios, como con aquellos que ya se han integrado a vivir  en la nueva familia que todos ellos forman,  comenzado de forma seria y continua su capacitación profesional y  abandonando el mundo de la droga y de la calle.

Se  comprometieron  a continuar  con todas sus fuerzas su compromiso con el Hogar desde Barcelona y Andorra y así lo hicieron. Ana creó la WEB de “Mamá Margarita”, y se preparó para realizar su voluntariado de nueve meses, a la par que buscó ayudas  para dicho proyecto  realizando campañas de sensibilización en diversos centros. Carla elaboró un CD sobre el mismo proyecto, trabajó en campañas de sensibilización en los centros educativos de Andorra y recogió material que posteriormente se envió a Bolivia y que lo recibió cuando se encontraba allí.

 

Comenzaron  este año su experiencia estudiando las necesidades prioritarias de Mamá Margarita, junto con los voluntarios y la dirección del centro e iniciaron las primeras actuaciones:  Se cambió el tanque de agua de la primera etapa, se pusieron cristales a todas las ventanas, se compraron focos de bajo rendimiento en las dos casa para ahorrar  electricidad, se compraron utensilios de cocina y de  limpieza, una plancha, cubos de ropa sucia para cada habitación, una batidora, leche en polvo para los desayunos, chándal de colegio para todos los chicos escolarizados de la segunda etapa, zapatillas de deporte para todos , ropa interior, etc. Todo esto fue posible gracias a la ayuda económica de la familia de Carla y a una pequeña aportación de la ONG

 

Carla combinó el trabajo en el  Hogar con clases de refuerzo en el colegio Maria Auxiliadora para niños con problemas de aprendizaje, y atrasados en sus materias. Con las hermanas de la comunidad elaboraron diferentes grupos en función del nivel y curso de cada alumno/a. Fue una experiencia realmente gratificante.

Finalmente, unos días antes de volver a España, invirtió el poco dinero que le quedaba en comprar alimentos y medicinas a las familias cleferas que viven en chabolas, en el barrio marginal de La Coronilla, en Cochabamba. Se compró un material especial para cubrir sus techos, arroz, verdura, leche y medicamentos como analgésicos y antinflamatorios. 

Fue muy impresionante esta experiencia: “Nunca habíamos conocido a familias y niños con vidas tan míseras ni a personas  tan  agradecidas al mismo tiempo. Fue maravilloso compartir nuestro tiempo con aquella gente tan necesitada de atención y cariño”. 

 

 

 

 

 

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